Las víctimas humanas son, sin duda, las más dolorosas para todos. Pero la barbarie no se queda ahí ya que aparte de hogares, escuelas e infraestructuras, el patrimonio arqueológico ha sido dañado o destruido para siempre. Podemos afirmar que estas guerras están borrando la memoria de la Humanidad.

Tristemente, los expolios, los bombardeos, los incendios, los saqueos y el pillaje están arrancando las páginas de la Historia.

Como mínimo 200.000 objetos de alto valor artístico se han perdido para siempre desde 2002 en esta zona del mundo.

Destrucción del patrimonio en Irak y Siria

Foto de politicaexterior.com

Las ciudades de Nínive y Babilonia, el Zigurat de Ur, la fortaleza del bronce en Alepo, las norias del Orontes, Ebla, el museo de Damasco… todo dañado sin posibilidad ya de recuperación.

Los monumentos  más frágiles, especialmente los que están construidos en ladrillo, como las edificaciones en Ebla y el palacio real de Mari sobre el Éufrates, están sufriendo daños irreparables.

La suerte es que la naturaleza entierra con el tiempo los restos de forma que los obuses no llegan en muchos casos a hacer daño al patrimonio enterrado.

Pero la Biblioteca Nacional de Irak, la Universidad de Bagdad, la tumba de Sherezade (la de las mil y una noches), la mítica fortaleza de los cruzados Crac de los caballeros, ha sido dañados para siempre. Siria cuenta 6 sitios declarados Patrimonio de la Humanidad.

Miles de horas perdidas

Además de todo lo descrito, son miles las horas de trabajo de arqueólogos, restauradores y otros profesionales de todo el mundo. Han sido desechadas en una guerra que no parece que vaya a terminar pronto.

Desde 2011 los trabajos de restauración del patrimonio se detuvieron en Siria. Todo empezó ese año con protestas pequeñas a principios de ese año. La Primavera Árabe llegaba a Siria como reacción contra la corrupción política y los abusos a los derechos humanos. El gobierno respondió a las protestas con arrestos masivos, tortura de prisioneros, brutalidad policial y censura. Después, muchos soldados empezaron a desertar para proteger a los manifestantes quienes después tomaron las armas. El caos se cernió sobre el país. La Primavera Árabe se ha convertido en un crudo invierno.

Hace unos meses la profesora de la UNED Ana Vázquez, casi lloraba al contar lo ocurrido en una entrevista en la radio con la impotencia de no poder hacer nada ni siquiera una esperanza en volver a trabajar en el país.

Destrucción del patrimonio

Un estado corrupto que comercia con su arte

Si esto no fuera poco el colmo llega con las noticias que alertan de que el Estado Islámico comercia con el patrimonio del país.

El Estado Islámico, el ISIS (El Estado Islámico de Irak y Siria por sus siglas en inglés) es considerado como el grupo terrorista más rico que existe. Un parte de su financiación es el contrabando de obras de arte y arqueológicos de Siria. Los saqueos se ceban con ciudades como Raqqa, Apamea o Ebla.

Los expertos han constatado esto tras comprobar como los museos han sido saqueados y los sitios arqueológicos expoliados. Se dice que hasta los combatientes yihadistas han organizado, incluso, sus propias excavaciones.

Anteriormente, durante el régimen de Bashar al-Assad y su padre, ya existía el comercio ilícito con el patrimonio. Se entendía como una fuente de ingresos para muchas familias.

Esto era conocido por los miembros del Estado Islámico, por lo que se permite e incluso se cobra un impuesto del 20% de los beneficios. De esta forma se convierte en una vía de financiación de la guerra santa.

Destrucción patrimonio

Los compradores de estos objetos son ricos de los países occidentales y del Golfo Pérsico que encargan muchas veces las obras que desean.

La Asociación de Protección de la Arqueología Siria (APSA) trabaja para denunciar todos estos abusos. Podéis conocer todo ello en su sitio web, no apto para personas sensibles con la protección del patrimonio.

Si queréis conocer más aquí os dejamos un pequeño inventario de la barbarie a partir de fotografías aéreas.

Sinceramente, nos gustaría algún día tener audioguías disponibles de estos lugares, pero la visita y la integridad de los monumentos de Siria e Irak se hace inviable por muchos años, cuando no, para siempre.

La destrucción del patrimonio en Irak y Siria
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