Hace un par de días el presidente de Colombia daba la noticia en las redes sociales del hallazgo del Galeón español San José. Como vemos los tiempos han cambiado, ya se sustituye la agencia de noticias por twitter y esperamos que también no se diga tesoro sino yacimiento arqueológico.
Nos alegra que el presidente Santos haya mentado a la arqueología en rueda de prensa y que se vaya a encargar el estudio de los restos a profesionales y no a cazatesoros. También declaró la creación de un museo para albergar y estudiar los hallazgos de la mano del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH).
El público piensa en el oro, en lingotes, pero eso no lo es más importante. En las propias noticias se da valoración económica de 5.000 millones de euros. Es mucho más importante el contar con los materiales más “bajos” como la madera, el acero, la cerámica y el hueso, en forma de la infinidad de restos que deben estar sumergidos para estudiar cómo se construyó el barco, cómo se hundió, la reacción de los casi 600 fallecidos, cómo era sus vidas a bordo, etc.
Da igual de quién sea el barco, del país propietario, lo importante es la historia que hay detrás, de la que se necesita saber más porque existen lagunas. Y con lo concluido y si quieren una audioguía, aquí estamos nosotros para echar una mano.
La historia común de las tierras americanas, Filipinas y de España merece ser estudiada por el interés de todas las naciones en las que se descompuso el Imperio Español, entre ellas la propia España y Colombia.
La colaboración entre distintas instituciones de varios países para este estudio es necesaria.
Llegarán los que digan que “ese es el oro que los españoles les robaron”. Error: aquellas tierras y las de este lado del Atlántico eran el mismo país, así que robarse a sí mismo es complicado. Españoles eran todos, americanos, filipinos y europeos. Volvemos a decir que quejarse ahora contra una nación actual por lo que sucedió en el pasado tan remoto es como si la propia España empieza a decir de los italianos que cómo se pasaron por lo del oro sacado en las Médulas en la conquista romana: un absurdo.
Cómo era el Galeón San José y su viaje
Este navío fue construido en los astilleros cercanos a San Sebastián, en el norte de España, por Pedro de Aróstegui. El contrato firmado en 1696 por la Corona incluía dos buques gemelos de 1.200 toneladas. Serían destinados a la Armada de la Guarda de la Carrera de Indias, sus nombres serían San José y San Joaquín.
Disponían de dos cubiertas y castillo, preparado para 70 cañones, de las cuales según el blog “todo a babor” serían 26 cañones de 18 libras, 26 de 10 libras y 8 o 10 cañones de 6 libras.
El viaje llevaría la flota donde la nave capitana, el San José, tenía varias escalas.
Tras una serie de retrasos debidos a la guerra de Sucesión partió una gran flota de Cádiz compuesta por 10 barcos mercantes más otros 3 buques incluido el San José. A su vez se unió la Flota de Nueva España con otros 13 barcos mercantes más otros 3 buques de guerra.
Se cree que el San José llevaba entre 7 a 11 millones de monedas de ocho escudos en oro y plata, valorados en 105 millones de reales de la época, entre 2.000 y 5.000 millones de dólares actuales. También portaba otras mercancías y unos 600 pasajeros y tripulantes. Esta pesada carga y su estado de conservación que precisaba de reparación, lo hacía poco apto para el combate.
El viaje era de Portobelo (actual Panamá) a Cartagena de Indias (Colombia), donde debía reparar las naves antes de dirigirse a La Habana.
El Combate: la batalla de Barú
Al mando y a bordo del san José se encontraba el general José Fernández de Santillán conde de Casa Alegre. Era anciano y un par de años antes de partir le había sido concedido el título de Casa Alegre por Felipe V tras la heroica defensa del fuente de Matagorda en Cádiz contra los ingleses.
Estamos en junio de 1708, en plena guerra de Sucesión al trono español entre Felipe V, parte de España y Francia contra el candidato el archiduque Carlos con Portugal e Inglaterra. La guerra se libraba en gran parte en la mar.
El combate toma el nombre de la península colombiana de Barú.
Se enfrentaban la Flota española compuesta por 11 mercantes, algunos artillados, y una escolta reforzada por dos fragatas francesas llegadas a Portobelo.
La escuadra inglesa estaba compuesta de 4 buques de guerra fuertemente equipados.
El navío inglés Expedition tenía que abordar al San José donde se suponía que estaba el botín ansiado por los ingleses. Cuando se prepara el abordaje el San José estalla dañando incluso al buque inglés. Su hundimiento fue muy rápido y se salvaron 11 marineros y dándose la cifra de 578 personas ahogadas.
Esperamos que las investigaciones comiencen rápido y que pronto sepamos más sobre la historia del galeón.
Si queréis saber más,
Artículo sobre el San José de Todo a babor
Visita al Museo Naval situado en Madrid para conocer estos viajes y barcos
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