Los que frecuentamos los museos y nos gusta fijarnos en su infraestructura, detalles y estilos también prestamos atención a los planos (también por deformación profesional).
¿Qué ha de tener un plano y qué objetivo tiene? Debe contener lo esencial para cumplir su principal objetivo: orientar al visitante.
Una de sus características es su sencillez. Por su propia definición la cartografía pretende discretizar la realidad, reducirla en detalles.
Los planos, como cualquier otro trabajo en el que interviene el diseño, está influenciado por la moda y a muchos gustará o no gustará. Pero lo que se ha de tener claro es que tiene que servir al propósito de orientar.
Para ello debemos preguntarnos qué va a necesitar el visitante, qué preguntan habitualmente o si buscan siempre una obra en concreto. Todo esto hará que nos planteemos reflejarlo en el plano.
Extendámonos ahora explicando las características que sugerimos que ha de tener un plano. A buen seguro que se os podrán ocurrir muchas más.
Características del plano
Sencillez
Los planos de arquitectura son muy llamativos pero es mejor un plano más simple, con menos detalle, no importa nada el grosor de cada uno de los muros, la estructura o que se marquen las divisiones de las zonas dedicadas a la administración del lugar.
La simplificación es vital de manera que pueda quedar lo más esquemático posible sin desvirtuar la forma del edificio.
Contenido útil
Debe reflejar aquella información que va a ser demandada por el público. De nada sirve decir dónde están los almacenes, pero sin embargo es vital indicar dónde está el WC, salidas, entradas o el ascensor.
Leyendas NO
Si hay algo que hay que mirar en una leyenda… mal vamos. Debe entenderse sin necesidad de consultar, porque sus símbolos son fácilmente reconocibles.
El uso de símbolos puede ayudar a destacar aquellos aspectos vitales para una buena visita.
Pocos colores
Los colores servirán a la hora de discriminar de un golpe de vista diferentes elementos iguales.
Si situamos una serie de símbolos que indican dónde están los ascensores deberíamos ponerlos todos del mismo color pese que algunos de estos sean mayor dimensión o más pequeños.
Muchas veces es discutido si se tienen que emplear colores con mucha saturación o colores fuertes. Sinceramente, pensamos que depende de la moda. Hubo un tiempo en que los colores pastel se usaban para todo, sin embargo ahora parece que esto ha cambiado.
Tampoco debemos olvidar el significado de los colores. A la hora de elegirlos pueden aportar una información extra o reforzar la ya existente. Por ejemplo, si tenemos una exposición en la que en una de las salas se habla de los rituales funerarios, quizás sería bueno rellenar su espacio de negro (en Occidente suele tener estar relacionado con el luto y la muerte).
Familias de planos
Para dar una imagen más corporativa los planos impresos, los que aparezcan en las paredes e incluso los que aparezcan en audioguías u otros sistemas podrían tener una unidad estética.
Uno de los lugares donde siempre aparece el plano del museo es en el folleto que se reparte con la entrada. Una idea muy original es esta del Rijksmuseum: un plano en papel que se hace 3D.
Esta idea del museo de Ámsterdam nos lleva a preguntarnos si es mejor planos que reflejen de forma explícita la 3 dimensiones o no.
Quizás estos planos sean una anécdota y pueda ser mejor y más económico un plano impreso en una hoja.
El diseño del plano no es algo trivial y puede haber muchas posibilidades, por lo que ha de ser analizado concienzudamente para que al final el visitante tenga una herramienta para acceder al museo.
Como siempre decimos pretendemos divulgar sobre los museos. Esto no pretende ser un sesudo estudio sobre planos. Si queréis alguna referencia os dejamos un excelente estudio sobre los planos de mano que publicó el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte español.
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