Es frecuente encontrar en nuestras ciudades pinturas y dibujos sobre las paredes, en las  fachadas y en el mobiliario urbano.

Grafiti en fachada de edificio

Sus tipologías son muy variadas, desde la simple firma en sólo color, hasta un elaborado dibujo.

La discusión entre lo que es arte y lo que no lo es se puede dar aquí, así como la discusión de si es simple vandalismo o un intento de embellecer las calles.

Lo que hoy en día vemos nos es algo de estos tiempos sino que se remonta a la antigüedad. El hombre quiere plasmar sobre soportes firmes sus trazos con motivaciones diversas.

Se suelen asociar con el arte popular, con lo anónimo, pero que a la vez nos da pistas del que lo ha realizado.

En algunos casos se ha optado por los trampantojos, en otros por el grafiti.

Más allá de la simple firma o la llamativa tipología, algunos de ellos encierran un mensaje de denuncia social, chiste o exageración.

También tenemos que señalar su carácter temporal o efímero, ya que a la intemperie parece complicado que pueda durar muchos años si no se repinta.

”Yo estuve aquí”

Yo estuve aquí

Se nos abren las carnes cuando vemos grabado de forma tosca en las paredes de un monumento las típicas firmas de “yo estuve aquí” o dos nombres separados por un corazón y una fecha. Pero si son hace mucho tiempo lo vemos como un excelente documento histórico.

En Nuevo México, Estados Unidos, existe un curioso monumento nacional llamado el Morro.

En él hay una montaña rocosa en cuya parte inferior hay infinidad de grafitis de las personas que desde siglos hacían una parada junto a la charca que tiene al pie.

Ocurre como con los papeles que cubrían las paredes de las casas o los suelos antiguos, pasaron de ser algo común a una horterada. Después, aquellos que lo conservaron tienen algo “Vintage”.

Los grafiti de Pompeya

Grafiti de Pompeya

Las paredes de las casas de la antigua ciudad de Pompeya, en el sur de Italia, están cubiertas de muchas inscripciones, ya sean propaganda electoral o la expresión de otro tipo de ideas.

La propaganda electoral instaba a los ciudadanos a votar por un candidato determinado. Lo hacía acompañada de alabanzas sobre su honestidad y virtudes. En general eran escritas en rojo o negro. Se realizaban de noche, para que no hubiera muchos testigos. No era una propaganda espontanea sino que el candidato pagaba este trabajo.

Hay alrededor de 3.000 inscripciones de propaganda en toda la ciudad.

Otro tipo de grafiti eran algunos chistes y comentarios. Como en la actualidad, hay para todos los gustos, con ingenio y sin él. Hay comentarios acerca de una novia o el placer experimentado en los burdeles de la ciudad. Estos grafitis están rayados en los muros de los edificios.

Las frases son muy variopintas como:

“Si defeca aquí, tenga cuidado con la maldición. Si se mira hacia abajo de esta maldición, puede tener un airado Júpiter de un enemigo.”

O esta otra: “Celadus, el gladiador tracio, es el deleite de todas las chicas.”

O una muy atrevida y casi una confesión: “Metí la pata con un montón de chicas aquí.”

Las marcas de cantería

Marcas de cantería

Iglesias, castillos, palacios, monasterios… muchos de ellos tienen marcas en sus sillares.

Son una incógnita porque no tenemos ninguna documentación de la época. Era casi un lenguaje abierto y que tiene una gran diversidad de formas.

Algunas de ellas son únicas en el edificio y son que originan la controversia.

Los constructores las usaban para  poder identificar los bloques  y el proceso de construcción para poder “montar” el edificio.

El cantero o el taller de cantería cincelaba su propia marca, de esta forma se podía hacer el recuento de las piezas trabajadas y así poder cobrar su retribución.

En edificios como la Torre de Serranos de Valencia hay cerca de 3000 marcas.

Los grafiti hoy

Grafiti actual

La extensión de educación a la mayoría de la población, el acceso a materiales como los spray y los rotuladores, así como otros factores, han hecho que hoy haya muchos gratitis en infinidad de lugares de casi cualquier localidad.

Poco dura una pared lisa sin que alguien decida cambiar su aspecto de forma radical.

Los grafiti han pasado de estar perseguidos a permitirse, habilitarse paredes  y realizarse concursos.

Las servidumbres de vistas, la imposibilidad de que una comunidad de propietarios pueda abrir una ventana en la pared que linda con otra propiedad, ha motivado que queden al descubierto grandes lienzos de pared.

Atractivos lugares para plasmar estas obras que muchas veces son el resultado de días de trabajo.

Las frases ingeniosas, los refranes, declaraciones de amor, manifestaciones de malestar con la sociedad… todo tiene cabida en el grafiti.

Los mejores para nosotros son aquellos que aprovechan elementos ya existentes, defectos, sombras, manchas…

La diferencia con respecto al mundo antiguo es que algunos de los llamados “grafiteros” se han convertido en reputados artistas como Bansky.

Vandalismo o arte

Grafiti fachada

Creemos que la simple firma es lo peor del grafiti, y una clara muestra de egocentrismo. Estos son peores dentro de los grafiti.

En edificios históricos muestran la falta de sensibilidad del que hace el grafiti, sólo algunos son indultados por la Historia.

Siempre existirá el debate de si son vandalismo o si son arte.

 

Os dejamos unos enlaces donde podéis ver distintas muestras de grafiti hoy en día.

Artistas “grafiteros”

Bansky

Trailler del documental sobre el grafiti, “Exit Through The Gift Shop”

Grafitis antes y ahora